Un día me re-encontré; me habían convertido, transfigurado y mutado en un número.
Situada en un mundo pesado, denso y lejano.
Las personas, que ya no lo son,
sencillamente existen, pero no sobreviven
Todos mis esfuerzos parecieron vanos, transparentes.
Irracionales en algún sentido.
ya nada servía.
La forma original había sido amputada
y mis pies cercenados, bailaban perdidos en un laberinto.
Al compás del silencio